Lo primero quiero pediros disculpas por no haber escrito nada en tanto tiempo y haberos dejado con la sensación de y luego qué. Han sido 2 meses de locura, he estado muy ocupado, especialmente el último mes, uno de esos que te cambian la vida. Todo cambió el 20 de Septiembre, y quiero agradecer públicamente a esa persona tan especial por haber entrado en mi vida y haberla cambiado para siempre. Hablaré sobre esto en una futura entrada, pero os aseguro que vais a quedar maravillados con la historia.
Ahora vamos con lo que nos ocupa hoy. Todo empezó el 21 de Agosto. Era un Domingo por la tarde, estaba buscando en la guía de la tele alguna peli que ver, y no se por qué me paré en “El Aceite de la Vida”, en inglés es “El Aceite de Lorenzo”. No conocía nada de sobre esta película, ni siquiera había oído hablar de ella. Qué poco sabía al empezar a verla de cómo me iba a hacer sentir, cómo me iba a impactar, vaya explosión de emociones que iba a experimentar. Todavía hoy mientras escribo esto, me brotan las lágrimas y no puedo contenerlas. Si no la habéis visto os animo a hacerlo. Los que ya la habéis visto ya sabéis de que hablo. Es una historia real grandiosa, de coraje, de amor, de generosidad, de trabajo duro y dedicación. Algo de lo que todos tenemos que aprender. Es un “sí podemos”, lleno de esperanza cuando todo el mundo te dice que te sometas y lo aceptes, cuando te dicen que no puedes hacer nada. Pues bien, eso no es cierto, siempre hay algo que se puede hacer, y esta historia real es la prueba de ello.
Mientras la veía no podía parar de pensar en mi condición, que algún descubrimiento tenía que estar a la vuelta de la esquina. Al día siguiente mi amigo Steve me mandó un sms, estaba escuchando las noticias de la mañana mientras conducía de camino al trabajo en Chicago. Me contó que había habido un descubrimiento importante acerca de la ELA en mi hospital. Así que busqué en google “descubrimiento ELA” y allí estaba, en el primer resultado. Al abrir la página web y leer el título empecé a llorar de júbilo. El día anterior era un sueño, y ahora era una realidad. En casa no sabían lo que pasaba e intentaban consolarme, pero en realidad no necesitaba consuelo alguno. Estaba eufórico con la noticia y no quería parar de llorar.
Al principio mis pensamientos se fueron al día anterior, a la película, a las emociones que sentí y los sueños que tuve. El ver esa película el mismo día en que se publicó el artículo en la revista Nature no fue para nada una casualidad. Podía haber cambiado de canal y ver otra cosa, pero sentí que tenía que verla. Después todos mis pensamientos se fueron para toda la gente que ha hecho esto posible. Me sentía tan contento por ellos, era una sensación tan placentera, semejante logro a todo el duro trabajo y dedicación. Y no sólo de los investigadores, hay muchísima gente involucrada, desde las enfermeras hasta todo el mundo en la Fundación Les Turner, y toda la gente entre medias. El equipo entero es excepcional y no os creeríais cuantos son. No podía parar de llorar de alegría por todos ellos y por todos nosotros, los pacientes y las familias, aunque se que puede que yo no me beneficie directamente otros sí lo harán. No puedo agradecerles suficientemente por todos sus esfuerzos y dedicación plena, así que les mando un gran GRACIAS a todos ellos. Este es parte del equipo del Hospital de Nothwestern:
Otra vez vuelvo a repetir que me siento extremadamente afortunado, ellos nos trataron muy bien, a mí y a mi familia, y también tuve la suerte de haber podido aportar mi granito de arena a semejante logro.. Doné sangre, otros fluidos corporales y tejidos para estudio, es lo mínimo que podía hacer y creo que todo el mundo hubiera hecho lo mismo.
Volviendo a ese día, lo siguiente que hice fue mandarles un correo de agradecimiento, estaba lleno de júbilo y tenía la necesidad imperiosa de escribirles cuanto antes. Aquí os dejo el enlace a la noticia: http://www.lesturnerals.org/finding-a-cure/les-turner-als-research-lab/research-breakthrough/
Espero que haya sido una lectura inspiradora, ha sido un placer escribirla y compartirlo con todos vosotros. Si queréis mantener esta investigación funcionando podéis donar aquí a la Fundación Les Turner.
Quiero dedicarle esto a mi futura mujer. Ella me ha animado a continuar con este blog, he estado demasiado vago ultimamente. Ella es lo mejor en mi vida, ella es mi vida.